Dentro de la noción de familia, la pareja no entra bajo este concepto, ya que -sin hijos no hay familia- según los teóricos sociales. Sin embargo, la modernidad dicta otra línea de acción.
La llegada del siglo 21 - siglo de la tecnología -, obliga a una apertura de fronteras, de mentes. La oferta y demanda laboral exige, a hombres y mujeres a incorporarse de pleno al desarrollo mundial. Cambia la estructura social, la prioridad se orienta a la profesionalización y desarrollo económico, sobre las necesidades personales.
Es así, como los adultos jóvenes, invierten su tiempo en estudio, trabajo, proyectos. El espacio de pareja, no es una prioridad, de hecho, ya no es una necesidad primaria; pasa a últimos lugares en la escala de necesidades personales.
Las parejas del siglo 21, son independientes, racionales y prácticas; es común, encontrar muchas que deciden no procrear.
Las causas: Proyectos de vida; empresas, casas, vehículos, posgrados, viajes, entre otros. Es frecuente hallar parejas sin hijos, por acuerdos previos. Las separaciones prematuras, divorcios acelerados se sugieren dentro de las mismas.
Sea las causas que sean, es una realidad social, encontrar hombres y mujeres llegando a los 40 años, sin la preocupación por la paternidad o la maternidad.